Entre la Niebla y la Tristeza
¿Adónde están ahora las palabras de los que decían amarte?Respiras oxígeno y niebla. Se diluye tu sangre, convirtiéndose en agua.La tristeza se aloja en cada célula. Tienes todo lo que quieres y mucho más.Sin embargo, te preguntas incesantemente adónde están las palabras de los que aseguraban amarte.Quizás están aún allí. Pero ya no te son suficientes.Quieres más. Otras palabras. Nuevas palabras.
La realidad se fragmenta en tu interior y sigue su curso, indiferente a tu tristeza.¿Será una ilusión la realidad? ¿Cómo saberlo? Apuestas a que lo es y apuestas a que no lo es. Total… ¿qué importancia tiene ahora?Intentas desprenderte de todas las preguntas, simplemente dejándolas partir. Te agobian con su peso y su ruido.
Hoy tus manos están resecas y quebradas de tanta privación. Los besos que nunca fueron dados revientan en tu boca, agolpándose con la urgencia de ser entregados y compartidos.Estás entrando en proceso de extinción. Para bien o para mal.¿Cómo no sentir, entonces, una inmensa y negra tristeza adentro de esos muros blindados?
Tal vez, a fuerza de ganar intensidad, sea tu tristeza quien pueda ser capaz de destruirlos y liberarte.
¿Adónde están ahora las palabras de los que decían amarte?Respiras oxígeno y niebla. Se diluye tu sangre, convirtiéndose en agua.La tristeza se aloja en cada célula. Tienes todo lo que quieres y mucho más.Sin embargo, te preguntas incesantemente adónde están las palabras de los que aseguraban amarte.Quizás están aún allí. Pero ya no te son suficientes.Quieres más. Otras palabras. Nuevas palabras.
La realidad se fragmenta en tu interior y sigue su curso, indiferente a tu tristeza.¿Será una ilusión la realidad? ¿Cómo saberlo? Apuestas a que lo es y apuestas a que no lo es. Total… ¿qué importancia tiene ahora?Intentas desprenderte de todas las preguntas, simplemente dejándolas partir. Te agobian con su peso y su ruido.
Hoy tus manos están resecas y quebradas de tanta privación. Los besos que nunca fueron dados revientan en tu boca, agolpándose con la urgencia de ser entregados y compartidos.Estás entrando en proceso de extinción. Para bien o para mal.¿Cómo no sentir, entonces, una inmensa y negra tristeza adentro de esos muros blindados?
Tal vez, a fuerza de ganar intensidad, sea tu tristeza quien pueda ser capaz de destruirlos y liberarte.
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