Suena el reloj, rutina ( qué asco trabajar el mes de agosto ). Son las siete menos cuarto. Toca correr ( como siempre ). Café, tostadas.. la cocina se pone en marcha. Baño, aseo... y yo también me pongo ( en marcha quiero decir ).
Me peino entre bostezos, el café a trompicones, las tostadas a medio masticar, llego tarde, llego tarde.
Entro a la habitación para coger el bolso.
Y te miro.
Estás dormido.
Y sonrío.
Me acerco a tí. Te doy un beso. Y otro... y otro.
Te despierto ( y lo siento, me importa un carajo, egoísta que se ha vuelto una ).
Mascullas unas palabras entre sueños.
Entre sueños sonríes balbuceando, a saber qué querrás decir.
Y sin enterarme de lo que has querido decir asiento.
Y me despido con otro beso.
Rutina matinal.
Cómo adoro esa rutina.
Mis cinco minutos.... mi pequeño gran momento de felicidad.
Y de buena mañana.
Vamos mejorando Beth.
Me peino entre bostezos, el café a trompicones, las tostadas a medio masticar, llego tarde, llego tarde.
Entro a la habitación para coger el bolso.
Y te miro.
Estás dormido.
Y sonrío.
Me acerco a tí. Te doy un beso. Y otro... y otro.
Te despierto ( y lo siento, me importa un carajo, egoísta que se ha vuelto una ).
Mascullas unas palabras entre sueños.
Entre sueños sonríes balbuceando, a saber qué querrás decir.
Y sin enterarme de lo que has querido decir asiento.
Y me despido con otro beso.
Rutina matinal.
Cómo adoro esa rutina.
Mis cinco minutos.... mi pequeño gran momento de felicidad.
Y de buena mañana.
Vamos mejorando Beth.
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