Te quiero

Para decir TE QUIERO solo hace falta sentirlo,

no hay que ser poeta, ni compositor,

no hace falta lanzarse al vacío, ni somos por ello mejor o peor.

Hay muchas formas de decirlo, depende a quién, dónde, y de que manera.

Normalmente quien no es capaz de decirlo a la persona que ama

no es capaz de decirlo a persona alguna.

Es cierto que también hay personas a las que nos estimula decirlo,

otras que nos bloquean y algo nos impide articular palabra

aunque el sentimiento esté ahí.

Cuesta tan poco decir esas dos palabras, cuesta tan poco ese bello y dulce gesto...

Pensamos en nuestras necesidades, pero ¿Qué hay de la otra persona?

¿Sabemos si necesita oírlo? ¿Si está carente de amor?

¿Cuándo fue la última vez que lo dijimos?

¿Algo nos contiene y no, nos salen las palabras?

Y lo que es peor.. ¿No necesitas demostrarlo?

Habrá quien diga que si dice te quiero,

habrá quien diga que quiere pero le cuesta demostrarlo.

Habrá quien diga… Yo soy así, o…ese tan conocido... Tú lo sabes de sobra.

Es triste cuando se espera un te quiero y no llega,

cuando se ha dejado de oír ya sea de un novio, un marido o un amante,

ya sea un amigo, un padre o un hijo.

A veces me pregunto… si bajo estas explicaciones se disfrazará el desamor o el distanciamiento, me pregunto… si es más lamentable no haber conocido el amor,

que conocerlo y ver como se evapora en nuestras manos…

Quizás sea algo que olvidaron enseñarnos,

cuando era más importante que lavarse las manos antes de comer,

o limpiarse los zapatos en el felpudo.

Todas las pasiones son buenas mientras uno es dueño de ellas,

y todas son malas cuando nos esclavizan.

Jean Jacques Rousseau