8.12.05

Mi Momento

Hará unos..... tres años, en un momento personal de lo que tenemos todos alguna vez en la vida (aquí no se escapa ni el gato), vino a mi memoria (tiempo para recordar) mis clases de música en el instituto.
Tenía una profesora sudamericana de cuyo nombre no quiero acordarme (de hecho no me acuerdo) por razones que mejor obviemos (que no nos caíamos mutuamente bien vamos).

Sin embargo, hizo que me adentrara en el maravilloso mundo de la maravillosa música clásica, una más de mis grandes pasiones. Con ella descubrí a tantos y tantos compositores...Vivaldi, Brahms, Chopin, Listz, Wagner, Stravinsky, como no Beethoven, Mendelshonn, Berlioz, Puccini (mmm la Bohème...) ... haría una lista interminable y me siento hasta un poquito como traicionando a los GRANDES no enumerando a todos...

En fin, volví tiempo atrás, rescaté esa pasión de mi pasado y adquirí una buena, sana y necesaria rutina diaria (o siempre que las circunstancias me lo permiten)
A las nueve de la noche aproximadamente (es cuando el fiera duerme plácidamente con cara de no haber roto un plato) me dirijo al cuarto de baño. Me dispongo a disfrutar de Mi Momento. Enciendo el grifo del agua caliente, dejo que corra hasta que sale hirviendo, voy hacia el salón, preparo mi equipo de música.... Dispongo todo lo necesario para sumergirme en mí, evadirme de mi día a día fundirme en mis pensamientos, en mis sentimientos.... Le doy al play, enciendo una vela, me voy a mi baño, me sumerjo en el agua, en la fragancia de las sales, hecho la cabeza hacia atrás, me evado..... y abrazo a Korsakov. Mmmmm un placer para los sentidos, un bálsamo para mi alma....

1 comentario:

Pipero dijo...

Parece de película, tal y como lo describes!! Hmmm!, mo pone los dientes largos el pensar en eso al final de la jornada, ahora que estoy empezando una nueva semana de la que espero cabreos diversos.
En cuanto a lo de la profesora de música, he de decir que la que yo tuve ejerció en mí los mismos efectos: me desagradaba, era del OPUS, vestía de faldita a cuadros y tenía muy mala leche, pero a través suyo me inicié en un interés cultural que he mantenido y sigo manteniendo.